Los cadáveres de milenarios gatos egipcios que terminaron siendo abono para alimentos ingleses - La Runa Arcana

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martes, 1 de enero de 2019

Los cadáveres de milenarios gatos egipcios que terminaron siendo abono para alimentos ingleses

Historia Antigua | Un artículo de Ana Esther Méndez

Los antiguos egipcios sentían una auténtica y particular veneración por los animales. A lo largo de las últimos siglos, los hallazgos encontrados de cuerpos momificados han sido una prueba irrefutable de ello: gatos, perros, pájaros, cocodrilos e incluso, leones. Todos ellos concebidos como ofrendas a los dioses que tenían que acompañar a sus amos y contemporáneos más allá de esta vida... Y de su propio espacio. Este es el caso de los gatos que, consagrados a la diosa Bastet, llegaron a perder su sentido original para convertirse en fertilizante alimentario miles de años después.

Fuente: Twitter del Ministerio de Antigüedades de Egipto.
Hasta llegar al siglo XIX, donde los saqueos, el expolio y el robo de grandes tesoros de la antigüedad estaba a la orden del día. No es nada nuevo: la mayor parte de las colecciones de los grandes museos actuales de Europa -como el British o el Louvre- se ha "reunido" a base del robo y la apropiación, en muchas ocasiones, indebida, de objetos relativos a una cultura lejana que deja de reposar en su país de origen para convertirse en atractivo y atracción de muchos turistas europeos. 

Es el caso del hallazgo tan curioso que nos ocupa: los gatos. Consagrados a la diosa Bastet -protectora de templos y hogares y dedicada a los propósitos más belicosos-, eran habitualmente momificados al morir. En ocasiones, se les enterraba junto a sus dueños. Otras veces, se otorgaban en forma de ofrendas en los templos dedicados a la deidad a la que representaban.

Al principio, los gatos eran criados con naturalidad. Sin embargo, con el paso de los siglos y la cada vez más acuciante falta de felinos en las calles -debido a que se sacrificaban con mayor rapidez-, se concebían gatos con el único propósito de transformarlos en momias para los dioses. Muchos de los felinos no llegaron a alcanzar los cuatro meses de edad. De ello dan fe los diferentes hallazgos encontrados a lo largo de los siglos. 
Fuente: Twitter del Ministerio de Antigüedades de Egipto.
Un truculento propósito que sin duda, causa tantos escalofríos como el que también tuvo como protagonistas a dichos gatos miles de años después. Sin poder pernoctar a gusto en su descanso eterno, una compañía británica se encargó de destinar -en el año 1890- los restos de casi 200.000 gatos momificados a la fertilización de sus campos. Habían sido adquiridos en una subasta en Liverpool.

Esto no es nada nuevo si tenemos en cuenta que durante aquellos años de expolio sin tregua, las momias de seres humanos se cotizaban caras, ya que sus huesos eran destinados a crear "polvos curativos" que las personas ingerían para curarse de los más diversos males. Pero ese es otro dantesco capítulo que trataremos en otro truculento artículo.

Sapere aude!

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